Breve reflexión sobre la Unidad 1

La Unidad 1 de la asignatura Habilidades docentes y gestión del aula contiene una cuestión clave para asentar los contenidos que veremos en las próximas semanas: ¿Qué es ser un buen docente de ELE? Esta pregunta marcó la primera actividad que tuvimos que realizar utilizando una infografía, un formato novedoso dentro del máster y que nos permitió conocer las numerosas características que expusieron nuestros compañeros. El sumatorio de todas las características sirve para realizar una radiografía certera de cómo debería ser un buen profesor de ELE, o mejor dicho, el profesor ideal.




Otro de los elementos que más me ha llamado la atención de esta primera unidad de la asignatura es el apartado enfocado en las herramientas para reflexionar e investigar en acción, especialmente los diarios del profesor y los cuestionarios y encuestas.

Los diarios del profesor han experimentado una evolución extraordinaria con la llegada de las nuevas tecnologías a nuestras vidas: desde aquellos diarios en papel y para uso personal, reflejando sus notas y reflexiones sobre distintos aspectos de su labor docente y del funcionamiento de la clase, a la creación de los blogs del profesor, donde en una de sus vertientes (también los hay de acceso restringido o privado) el objetivo no es otro que compartir conocimientos y estrategias con otros docentes alrededor del mundo a través de Internet, lo que podría suponer, de facto, la creación de una red global de docentes interconectada basada en el intercambio de experiencias y materiales didácticos para mejorar el contenido de sus clases.

No deja de ser interesante hasta qué punto existen similitudes entre el diario del profesor y el portafolio del profesor, que también tiene una evolución similar desde un formato más físico (carpetones donde cada docente guardaba materiales, modelos de planes de clase, anotaciones, etc.) hasta su integración con las nuevas tecnologías. Actualmente se usan como lugar de reflexión, aunque el blog está pensado para compartirlas con otros docentes y los portafolios  se orientan más a la autorreflexión de quien lo elabora.

Por último, la existencia de encuestas y cuestionarios para garantizar la calidad de la enseñanza en un centro, tanto en línea como en papel, es algo que conocía y que he utilizado en diversas ocasiones desde mi posición de alumno. En cierto modo es útil, pero para ello se requiere de la buena voluntad del alumno. Una crítica constructiva orientada a mejorar el funcionamiento de las clases siempre es positiva, permite al profesor analizarlas como un termómetro del sentir de sus alumnos y saber qué aspectos debe corregir.


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